El mentoring de marca personal es un proceso transformador. En este post, vemos por qué.
La marca personal se tiene, no se crea. Se puede y se debe gestionar de forma intencionada, con un objetivo. Cuando hablamos de marca personal, hablamos de nosotros mismos. Hablamos de cómo nos perciben las demás personas.
El primer paso es saber en qué punto estás hoy. Con que atributos, cualidades y valores te asocian quienes están en relación contigo. Es tu posicionamiento de marca. A partir de ahí, te pones un objetivo acerca de dónde quieres estar, y con qué valores quieres ser percibido. Y defines una estrategia de personal branding, es decir de gestión de tu marca. Para avanzar hacia el objetivo que te has propuesto.
Este proceso de diagnóstico, fijación de objetivos y desarrollo de estrategia, más la definición de una hoja de ruta y un plan de acción que te lleve dónde tú deseas puedes hacerlo acompañado de un mentor experto. Ganarás en claridad, te mantendrás motivado, y ahorrarás tiempo y dinero.
Trabajar la marca personal es ventajoso para profesionales que trabajan por cuenta ajena. Dos buenos ejemplos de objetivos en estos casos son cuando una persona desea un ascenso, o cuando quiere cambiar de compañía.
Si eres de los que trabajas por tu cuenta, entonces seguramente no tienes duda ninguna. Tu marca personal es tu mejor inversión. Es la que te va a dar la mayor rentabilidad en tu vida profesional.
Sólo te contrata quien confía en ti. La marca personal va de transmitir confianza.
Tus clientes deben percibirte como un proveedor de confianza, experto en unas determinadas áreas de conocimiento y con unos valores. Unos valores que conectan con tus posibles clientes, y que generan esa confianza necesaria.
El mentoring ‘one to one’ es un acompañamiento totalmente personalizado, centrado en la persona mentorizada, que es el eje de todo el proceso. Es un camino de aprendizaje efectivo. Un camino que se desarrolla en diferentes etapas, que tienen lugar de forma progresiva y guiada.
El mentoring permite avanzar al mentee a su propio ritmo, y ser el protagonista de su propia transformación.
Es un modelo que se basa en el respeto, y acompaña al descubrimiento, desarrollo y puesta en acción del potencial. Para convertirlo en talento. Busca el bienestar de la persona y la conexión con su misión y propósito.
El mentoring da claridad, aprendizaje y autonomía; y acompaña en los diferentes momentos clave para la toma de decisiones y la puesta en acción.
El acompañamiento se realiza en diferentes etapas para:
Un proceso de mentoring se enfoca hacia la persona mentorizada, para facilitar su aprendizaje. Desde la libertad, sin decirle lo que debe hacer. Tan solo acompañándola para que tome sus propias decisiones.
Un proceso de mentoring en marca personal contempla aspectos tanto personales como profesionales. Por eso es tan revelador.
El ABC de un mentoring de marca personal:
Para desarrollar una marca personal potente, el primer paso es conocerte a ti mismo. Debes saber dónde están tus fortalezas. Debes encontrar tu potencial por desarrollar, y tu potencial puesto en acción, es decir, tu talento. Debes comprender cuáles son tus valores, para conectarlos con tus fortalezas y con tu talento, para sentirte alineado y en coherencia.
La responsabilidad y el compromiso contigo mismo para ser y expresar la mejor versión de ti.
El mentoring que hacemos en Barcelona Mentoring trabaja desde ese lugar apreciativo de fortalezas, valores y talento. Porque es desde el núcleo positivo de las personas desde donde la marca personal encuentra su auténtico valor diferencial.
La marca personal se trabaja siempre dentro de un contexto. La marca personal tiene una finalidad práctica, que es la de hacer visible y reconocible un profesional por su propuesta de valor, puesta al servicio de otras personas o empresas a quienes sirve.
La marca personal debe lograr un encaje perfecto con sus clientes. Tiene en cuenta sus deseos, sus preocupaciones. Sabe cómo se sienten. Y conoce el mercado. Sus características actuales y tendencias. Es realista.
En entornos volátiles, inciertos, complejos y ambiguos (VUCA) como los que vivimos, tener en cuenta el contexto no es un capricho. Es cuestión de supervivencia.
Una vez que se han identificado y puesto en valor los elementos y atributos de la marca, y sus ventajas diferenciales en el contexto presente, hay que comunicarlo.
Aquí, la máxima clásica de las relaciones públicas es de plena actualidad “hacerlo bien y hacerlo saber”.
Hilar bien una estrategia de comunicación que procure la visibilidad, relevancia y autoridad de una marca personal es clave. Un mensaje poderoso, alineado con el posicionamiento elegido para la marca, es decir con sus atributos, valores, fortalezas y talento. Alineado con la propuesta de valor diferencial al servicio de un cliente, y adecuada a un contexto flexible y volátil.
En el que inspirarse de la competencia es válido, pero en ningún caso lo es copiar.
Elegir bien los medios, los canales de difusión de los mensajes para que el mensaje y el canal sean también coherentes, y la voz de la marca permita expresarse a través del medio más acorde a ella. Me explico mejor.
Por ejemplo, si una persona comunica de forma excelente a través de la voz, tiene sentido que emplee el vídeo o los podcast como formato principal para transmitir su mensaje. Y no lo tiene que se esfuerce en redactar posts, porque no va a aprovechar sus fortalezas y el impacto no va a ser, ni de lejos, el mismo.
Una vez cubiertas nuestras necesidades básicas, tomemos para ello la pirámide de Maslow, todas las personas tendemos hacia nuestra autorrealización y transcendencia.
Así, cada vez más personas hemos tomado consciencia de la importancia vital de conectar con nuestro propósito, nuestro sentido de vida, el ‘para qué’ estamos aquí. Y nos hemos dado cuenta de que emplear nuestro talento para vivir una vida plena de sentido es el camino que nos lleva al bienestar y al equilibrio personal y profesional.
Y que, además, es una forma de servir a los demás y al mundo, con un aporte de valor propio, que sale de nuestro corazón y de nuestra inteligencia afectiva, racional y social.
Si este proceso de transformación, de reinvención profesional lo puedes hacer de la mano de un mentor o mentora que ya ha pasado por esa misma experiencia o similar, te aconsejo que aproveches la ocasión.
No hay mejor manera de transitar ese camino, para que sea una experiencia completa. Para que llegues a un punto final absolutamente distinto del que partiste, con herramientas y autoconfianza, y sabiendo cuáles son tus fortalezas y talentos en los que siempre puedes y debes apoyarte.