Ya no resulta extraño hablar de ecología emocional, de emociones tóxicas o de sostenibilidad en nuestra vida y en nuestras relaciones. Un mentoring efectivo tiene en cuenta este contexto.
En una sociedad a la que le cuesta poner límites a un consumo exacerbado nos hemos acostumbrado a vivir por encima de nuestras posibilidades.
El equilibrio, la sostenibilidad, la moderación, la responsabilidad son valores a recuperar de forma consciente y decidida si queremos el mayor bien común.
El mentoring, como herramienta de acompañamiento y apoyo al crecimiento personal, entendido como desarrollo del potencial en talento, parte de unos principios de ecología en todos los niveles. Así, la conexión con estos principios es un punto de partida esencial para un acompañamiento sostenible y efectivo.
La salud de una persona es holística. Por lo tanto, el cuidado de los demás y el autocuidado de uno mismo incluyen de forma activa el cuerpo, la mente, el corazón y el alma, o lo que es lo mismo, la salud física, mental, emocional y espiritual.
Es por ello que una emoción mal gestionada puede causarnos una enfermedad que se exprese en nuestro cuerpo físico. O la famosa frase que conocemos desde pequeños: “la cara es el espejo del alma”.
Alinear lo que pensamos, lo que sentimos, lo que decimos y lo que hacemos nos hace ser coherentes, y sólo siendo coherentes con nosotros mismos podemos estar en equilibrio.
El mentoring es una relación de ayuda, de aprendizaje y de transformación.
Se basa en una serie de principios que hacen de éste un proceso especialmente enriquecedor, tanto para la persona mentorizada como para el mentor o mentora.
Poner consciencia en la gestión emocional de la relación representa un paso esencial en el desarrollo de un proceso de mentoring valioso.
¿Cuáles son los principios de gestión emocional en los que hay que poner foco? Pon atención especial en los que describo a continuación.
A veces esperamos que sean los demás quienes nos rescaten de las situaciones complicadas que vivimos. Y, a veces, lo hacen. Sin embargo, el aprendizaje está en ser capaces de trascender las situaciones por nosotros mismos, con ayuda, pero por nuestro propio pie.
A veces, encontramos personas que llevan media vida buscando soluciones y no las encuentran, van a conferencias, asisten a talleres, y parece que nada les funciona. Tal vez el foco no está puesto en ellas mismas, tal vez esperan que la solución les llegue de fuera. Tal vez creen que alguien les proveerá de un elixir de la felicidad y podrán resolver de por vida sus cuitas.
Por experiencia, sé (y tú también lo sabes) que la ayuda viene de mí misma. Otras personas me inspiran, aprendo de ellas, son un modelo para mí, son mis mentores. Pero el cambio real y verdadero, la transformación, surge de mi interior.
“Si caminas solo, irás más rápido; si caminas acompañado, llegarás más lejos” ─Proverbio chino
Es fácil caer en una dependencia y no darnos cuenta. Hay quienes, en lugar de dependencias, hablan de ‘relaciones especiales’. Estas relaciones especiales pueden establecerse con otras personas, pero también pueden aparecer en relación con objetos, con experiencias pasadas, o con expectativas de futuro. Y es que las dependencias a veces no son tan claras ni tan fáciles de identificar.
En una relación de mentoring efectiva y saludable, la persona mentora tiene especial cuidado en no generar una relación de dependencia. Respetar la autonomía de la persona mentorizada es asunto crucial.
Trasladar herramientas para su autogestión, para la toma de decisiones de forma libre, independiente y madura proporcionan al mentee o a la mentee el aprendizaje y el desarrollo en un punto más elevado. Le permiten subir un escalón por sí solo y crear recursos nuevos que, sumados a los que ya trae, le permiten avanzar con autonomía.
La diferencia suma. Tras esta aparente contradicción, se esconde una certeza. Tan solo el miedo a lo nuevo, a lo distinto nos impide verla. La cantidad de matices que reflejamos como personas poliédricas que somos abarcan un amplio espectro de colores.
Metáforas aparte, la diversidad nos aporta perspectiva y flexibilidad mental, nos ayuda a progresar. Respetar las opiniones ajenas, y empatizar desde la comprensión profunda y la compasión nos enriquece como seres humanos.
Ver y sentir a la otra persona como un ser en todas sus dimensiones, digno de respeto y amor, facilitará el poder entablar una relación auténtica, de corazón con él o con ella. Y desde ese lugar, el proceso de mentoring dará sus frutos con abundancia.
Los seres humanos somos sociales por naturaleza, y una de las principales fuentes de nuestro aprendizaje reside precisamente en la interacción social.
En una relación de mentoring, cuando la intención del mentor o mentora es una intención consciente de sostén y ayuda, que parte de su interior esencial, y es una intención generosa, desde el respeto y el compromiso, surge un poder, una fuerza, un impulso que mueve a la acción, al cambio, a la transformación.
La generosidad inteligente se basa precisamente en eso: en una intención profunda de dar, pero de dar lo que corresponde, y de la forma en que corresponde para bien del mentee o la mentee. No es un dar por dar, o un dar desde el ego, desde una posición superior arrogante, no, no es eso. Es un dar inteligente, adecuado, oportuno al momento, desde una generosidad auténtica y sentida. Con una intención real de hacer el bien.
“Es más feliz quien da que quien recibe”
Ejercitar la autoconciencia es necesario para mantener el equilibrio emocional.
Conocer el poder de la energía que irradias desde tu ser y proyectas en los demás, de la influencia que ejerces con tu actitud, y decidir actuar con responsabilidad al respecto, te proporcionará paz.
Decir no a los ladrones de energía, y aparcar compañías, hábitos, actividades y pensamientos tóxicos, que nos lastran y nos desmotivan, es un compromiso que debes tomar contigo mismo.
Cultivar las emociones positivas, una mirada limpia ante la vida y una actitud de aprendizaje continuo, de exploración y de asombro ante lo cotidiano te mantendrá las pilas cargadas.
Tomar consciencia de estos detalles y la práctica de una gestión emocional inteligente en la que tú decides cómo quieres vivir tu realidad te ayudará a dar un gran paso en el manejo de tu vida.
Las emociones en sí no son ni buenas, ni malas. Tan sólo son útiles. Son herramientas a nuestra disposición para emplearlas en el sentido y con las consecuencias que decidamos.
¿Cuán conectado estás con tu propósito?
La ecología emocional se conecta a una vida con sentido, al nivel de conciencia que tenemos sobre el sentido de lo que hacemos y el para qué lo hacemos.
El propósito es fuente inagotable de motivación y energía para la acción. Del propósito emana la perseverancia, la resiliencia y el gozo de hacer lo que hacemos y de estar donde estamos. La conexión con el propósito es el cordón umbilical que nos une a la fuerza del universo, y por el que nos llega la luz que nos indica el camino.
“Solo se vive una vez, pero una vez es suficiente si se hace bien.” ─Victor Kuppers
La relación de mentoring es una relación para la transformación.
Parte de un punto y llega a otro distinto, completamente nuevo, un campo por explorar lleno de oportunidades que estaban escondidas.
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