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Author Archive Gemma Mompart

Resistencia a los cambios

¿Por qué las personas nos resistimos tanto a los cambios?

Vivimos momentos intensos. Algunos gurús anuncian este 2021 como un año trepidante, de cambios rápidos y hechos inesperados. Como si la inercia de 2020 se hubiera acelerado para sorprendernos, para ponernos a prueba. Un poquito más.

Desconozco si estas previsiones llegarán a cumplirse. Lo veremos en breve. Sin embargo, tengo claro que una actitud de resistencia a los cambios sólo puede agravar nuestra situación.

Necesitamos saber adaptarnos, aprender a gestionarnos en la incertidumbre, con normalidad, sin miedo. Disponer de recursos propios para mantenernos en nuestro centro, y buscar la confianza allí donde está. Tener claro que el auténtico poder reside en nuestro interior.

Algunas causas de la resistencia a los cambios

Para comprender mejor por qué nos resistimos tanto a los cambios, quiero compartir contigo algunas posibles razones.

Comprender el porqué nos puede ayudar a ampliar nuestra visión, y abrir caminos para convivir con la incertidumbre.

Miedo a lo desconocido e imprevisible

Tal vez ésta sea una de las razones más poderosa que alimenta la resistencia a los cambios en los humanos.

Nos tranquiliza sentir que lo tenemos todo bajo control, aunque en realidad no es así. Nuestra zona de confort es el lugar donde nos encontramos cómodos y cómodas, sin sensación de peligro, en un lugar que conocemos y en el que lo que ocurre es, supuestamente, previsible. Sin embargo en este lugar, no crecemos, no aprendemos, precisamente porque nunca pasa nada nuevo.

Temor al fracaso

El cambio conlleva novedad y, en consecuencia, aprendizaje. Y posibilidad de éxito o de fracaso. Entre comillas.

Porque hablamos de un éxito o fracaso percibidos. Que no quiere decir que sean reales. Así, pues, el temor a no hacerlo bien, a no ser suficientemente competentes puede anular o bloquear la acción. Y la parálisis nos deja indefensos e indefensas, con la sensación de que no está en nuestras manos el decidir por nuestras vidas. En la mayoría de las ocasiones, la decisión última de lo que quieres hacer con tu vida es tuya, y nadie te la puede arrebatar.

Fatiga personal o contextual

El cansancio merma nuestra energía vital. Cuando afrontamos cambios, necesitamos nutrirnos de un gran coraje, de una gran fuerza, y una gran confianza en nosotros, en nosotras, y en nuestros recursos.

Por eso, el cansancio no es buen compañero cuando nuestro entorno nos exige aceptación, adaptación y resiliencia. Para lidiar con situaciones nuevas, la concentración, la atención y el poder estar muy despiertos y despiertas nos provee de una rápida reacción. El cansancio nos provoca lentitud y dispersión. Nos descarga.

Incomprensión o negación

El cambio es necesario para evolucionar, pero lo mejor de todo es que es inevitable. Y es positivo.

Nos ayuda a ir hacia adelante porque nos provee de aprendizaje. Cuando comprendemos y valoramos el aspecto positivo del cambio, modificamos nuestra actitud hacia él. Al variar la mirada, nos centramos en sus beneficios y lo integramos en nuestras vidas. Resistencia o resiliencia, desgaste o empoderamiento, tú eliges.

Apego a los hábitos

El apego va ligado al miedo. Apego a los hábitos por miedo a cambiarlos por algo nuevo y desconocido.

Las rutinas ofrecen una falsa sensación de seguridad, hacen que lo que ocurre sea siempre lo mismo, entregan previsibilidad. Y aburrimiento. Pero muchas veces es más fuerte el miedo a perder que la motivación por ganar.

Y así podemos estar aguantando situaciones que sabemos que nos perjudican sólo por miedo a lo desconocido, a lo nuevo. Nos ponemos en una actitud de resistencia a los cambios.

Imposición percibida

La sensación de privación de libertad para tomar nuestras propias decisiones y de que nos intentan imponer un cambio, puede ser un magnífico acicate para, precisamente, no hacerlo.

La rebeldía contra una situación que no hemos elegido por propia voluntad, bien por imposición del entorno, del gobierno o de otras personas, nos provoca el efecto adverso: inmovilismo. Nos parapetamos en nuestra posición de no movernos y ahí nos quedamos. Sin muchas veces analizar que tal vez el beneficio del cambio es mayor que el hecho de no dar nuestro brazo a torcer.

Falta de motivación, o creer que es mal momento

Cuando no hay una razón clara para cambiar, las personas tendemos a permanecer en el mismo lugar. ¿Para qué vamos a cambiar si ya estamos bien, o más o menos bien?

No queremos dedicar la energía de cambiar algo con riesgo de que pueda ser a peor. En otras ocasiones nos decimos que no es el momento adecuado. En el fondo, sabemos que para cambiar hace falta un determinada energía y, si no la sentimos disponible, nos quedamos quietos.

Predisposición personal

Hay personas más predispuestas que otras a acometer cambios. Por su naturaleza, por su personalidad. Hay personas con un perfil más aventurero, de exploración, que se aburren con la rutina y para quienes, los cambios son una oportunidad de aprender algo nuevo.

Pero más allá de esta predisposición natural, la vida es continuo cambio. Entrenarse en el cambio nos empodera.

El mentoring, un acompañamiento de calidad en momentos inciertos

Un mentor o mentora puede ayudarte a tomar consciencia de que el cambio es necesario y positivo, de que es fuente de aprendizaje. El cambio, si lo abordas con alegría y expectación, puede ser una sugerente experiencia de crecimiento, en lugar de una nefasta experiencia de sufrimiento.

Te invito a seguir la página de Barcelona Mentoring en Linkedin.

Foto de Andrea Piacquadio en Pexels

Descubre tu propósito

Descubre tu propósito de la mano de un mentor o mentora

En los últimos tiempos, se habla mucho de propósito. Se dice que si encuentras tu propósito de vida y conectas con tu profesión con él, tu trabajo fluye de tal forma que no sientes que estás trabajando. Experimentas un estado de bienestar y de plenitud.

Pero, ¿cómo puedes conocer tu propósito para acercarte a él?

Qué entendemos por propósito de vida

El término ‘propósito’ implica finalidad. Un ‘para qué’. El propósito de vida es el ‘para qué’, la finalidad última que tiene nuestra vida.

El propósito es transcendente y transpersonal. Va más allá de objetivos individuales, materiales o egóicos. Conlleva en sí mismo un componente de contribución, de servicio a los demás, a la sociedad, al mundo.

Conceptualmente, está muy cerca del sentido. El sentido tiene que ver con el significado. Así, pues, encontrar el propósito o finalidad a nuestra vida la dota de sentido o significado.

Este hecho conlleva en sí mismo una satisfacción, una sensación de plenitud, de estar alineado/as con la vida, un estar viviendo en ‘flow’. Pero, no sólo eso, es además un motor que nos empodera, y nos hace crecer.

Por eso es tan importante que conozcas tu propósito. Y que te conectes a él. Tu vida alineada con tu propósito dota de sentido a lo que haces, con quien te relacionas, lo que piensas y lo que sientes.

Por qué resulta tan difícil encontrar el propósito

A pesar de que el propósito posee una cualidad de cierta permanencia en el tiempo, no tiene porqué ser el mismo durante toda la vida.

Las personas nos desarrollamos, vivimos diferentes etapas evolutivas. Nuestros intereses, cómo nos percibimos, cómo percibimos a los demás y a nuestro entorno son realidades cambiantes.

Cuando sentimos dificultad para conectar con nuestro propósito es una manifestación de nuestro ‘ruido’ interno. Es, de algún modo, un aviso.

A través del autoconocimiento y del desarrollo de las diferentes inteligencias: la emocional, la corporal, la social y la espiritual, vamos desgranando lo esencial y separando la paja.

El propósito, último nivel de la pirámide de Robert Dilts

Robert Dilts, uno de los maestros de la PNL, dibujó una pirámide para expresar lo que él llamaba los diferentes niveles neurológicos del cambio en la persona.

Dilts situó el propósito en lo más alto de la pirámide. La pirámide establece seis elementos de la vida en donde en cada nivel se nos hace una pregunta. Para Dilts, un obstáculo en cualquiera de los niveles nos hace vivir vidas tristes y vacías.

Si comenzamos por la base, observamos el siguiente orden de niveles. Tengamos en cuenta que la afectación en un nivel determinado influye y condiciona en todos los anteriores, es decir, en los de rango menor por así expresarlo.

NIVEL 6 – ENTORNO-CONTEXTO | LIMITACIONES [DÓNDE/ CUÁNDO]

Éste es el nivel más básico. Aquí puedes responder a las preguntas: ¿Qué tienes? ¿Dónde y cuándo haces lo que haces? Reconocer lo que tienes te permite ser realista. También te permite darte cuenta de tus limitaciones. ¿Qué quieres conservar y que quieres cambiar? Tanto en lo material como en lo espiritual. Hacer una lista te ayuda a concretar. Sólo cuando lo tengas claro, podrás pasar al siguiente nivel.

NIVEL 5 – COMPORTAMIENTO-CONDUCTA | ACCIONES [QUÉ]

Lo que tienes y la situación actual en la que te encuentras es consecuencia de lo que haces y lo que has hecho hasta ahora. Reconocer el vínculo causa-efecto de nuestras acciones te permite llevar a cabo los cambios. Si cambias tus acciones, tu comportamiento, tu entorno cambia. ¿Qué haces en tu día a día? ¿Qué deseas obtener y qué debes hacer para lograrlo?

NIVEL 4- CAPACIDADES-DECISIONES | DIRECCIÓN [CÓMO]

Lo que puedes hacer es la esencia de este nivel. ¿De qué eres capaz? ¿Por qué haces lo que haces y no haces algo distinto? Conocer las razones y los mecanismos que te llevan a decidir te permite tomar decisiones conscientes e inteligentes. Te llevan a decidir por convicción, en lugar de dejar que los demás o el contexto decidan por ti, por ejemplo. La convicción de estar en el camino correcto y haberlo decidido libremente te procura bienestar. Saberte capaz y tomar las decisiones alineadas con tus convicciones es lo que provee sentido, motivación y felicidad.

NIVEL 3- VALORES-CREENCIAS | MOTIVACIÓN [POR QUÉ]

Los valores y las creencias son nuestras guías de actuación. También son filtros a través de los cuales interpretamos la realidad. Por eso en este apartado también se incluyen los metaprogramas. Tener claro cuáles son da consistencia y coherencia a nuestras vidas, a lo que decidimos y hacemos. Éste ya es un nivel más profundo. ¿Cuáles son tus valores esenciales? ¿Cómo percibes tu realidad?

NIVEL 2- IDENTIDAD | MISIÓN [QUIÉN]

Si tus valores te llevan a decidir lo que haces y lo que tienes, ¿por qué no te sientes bien? Tal vez hay algún desajuste, puede que no te conozcas lo suficiente y ello te lleve a desear lo que tienen otras personas, a hacer lo que otros quieren que hagas. Tal vez no estás conectado/o contigo mismo/a. ¿Sabes quién eres de verdad?

La identidad conecta con el autoconcepto, con el sentimiento de ser únicos, diferentes de los demás. Y con la idea de integridad y coherencia. Buscamos coherencia en lo que hacemos, como lo hacemos y por qué lo hacemos. En nuestra identidad se integra también un sentido de misión, de lo que hemos venido a realizar en este mundo.

NIVEL 1- PROPÓSITO | VISIÓN [QUIÉN MÁS]

¿Cuál es el sentido de tu vida? Si sabes para qué vives, será más fácil levantarte cada mañana, tomar decisiones, hacer lo que debes, valorar lo que tienes.

Si sabes lo que buscas en la vida, sabes lo que crees, sabes lo qué haces, por qué lo haces, decides cómo hacerlo y valoras lo que tienes, disfrutarás de bienestar. Te será más fácil caminar hacia tu meta, y tener claro tu propósito.

El propósito suele estar relacionado con la transcendencia. Es un nivel espiritual y transpersonal que va más allá del individuo o de la persona. Conecta con el sentimiento de pertenencia a algo más grande que nosotros, puede ser la familia, la sociedad, el mundo. Las preguntas se enfocan más en el “para qué” y “para quien”, en algo que va más allá de nuestra individualidad.

Inteligencia espiritual y propósito

El propósito está conectado con un tipo de inteligencia, la inteligencia espiritual. Victor Frankl en su libro ‘El hombre en busca de sentido’ da buen ejemplo sobre cómo ejercitar este tipo de inteligencia.

Según la Wikipedia, “la inteligencia espiritual es exclusivamente humana y está basada en la sabiduría, nuestra capacidad de visión holista de la realidad profunda, de comprensión de contextos y totalidades significativas. Es la capacidad de trascendencia, de ir más allá de lo biofísico y social, más allá del cuerpo y las emociones. Opera con el ojo de la contemplación, es una inteligencia transpersonal porque se sitúa más allá del ego narcisista. Opera con visión universal. Es transracional, no se limita a la racionalidad instrumental mecánica de la ciencia. Es la única que puede darle sentido espiritual a la vida, es decir, generar sentido trascendente para vivir, alimentar la integridad de nuestra conciencia. También es la capacidad de relacionarnos armónicamente con la totalidad, de estar relacionados con el todo, es la capacidad de ser felices a pesar de las circunstancias.”

Algunas actitudes que te pueden ayudar a conectar con tu propósito y tu inteligencia espiritual son:

#1. Hacerte preguntas ante los sucesos de la vida, acerca de su sentido, del ‘para qué’ ocurre lo que ocurre en el momento en qué ocurre.

#2. Tomar perspectiva, es decir cambiar el punto de vista. Poner en marcha lo que algunas personas llaman ‘el observador’, es decir, mirar desde fuera para ampliar la mirada acerca de lo que te está sucediendo. Adoptar una mirada holística y sistémica.

#3. Mantener viva la curiosidad y una mentalidad de aprendiz. Ver de nuevo la realidad a través de una mirada “inocente”, curiosa, como si fuera la primera vez… Preguntarte si hay una forma distinta de hacer algo que se ha hecho siempre de la misma manera.

#4. Procurar equilibrio y armonía en tu vida, tanto en tu entorno físico, como en tus relaciones. Ello debe ayudarte a crecer, te debe enriquecer como persona. Lo que no suma en ese sentido, resta.

#5. Agradecer a la vida su generosidad, aprovechar cada momento como un momento único que es, y mirar con ánimo de aportar al mundo tu talento.

#6. Poner atención y estar presente en el ‘ahora’. Ser consciente de tu estado, tus pensamientos, tus actos, y decidir si están en línea con tus deseos.

Mentoring para encontrar tu propósito

El acompañamiento de un mentor o mentora puede ayudarte a encontrar tu propósito.

La adecuada formulación de preguntas en un proceso de mentoring te lleva a respuestas a las que, de otro modo, es muy difícil acceder. Es un camino de aprendizaje y transformación que induce a la reflexión, pero también a la acción.

Por ese motivo, un mentor o mentora profesional es una buena elección en procesos de cambio. Tal vez te planteas una reinvención profesional, el desarrollo de la marca personal, un reajuste en tu plan de carrera, conectar con tu auténtica vocación… cualquiera de estos objetivos serán exitosos si se alinean con tu propósito.

Te propongo… un breve ejercicio para conocer tu propósito

Quiero invitarte a realizar un curioso y, a la vez, bonito ejercicio para acercarte a tu propósito. Verás que es sencillo, pero eficaz.

Clica sobre este enlace para poder acceder a él. ¡Espero que te resulte muy útil!

Mentoría de marca personal

Mentoría de marca personal, ¿es para ti?

¿Cómo es y en qué consiste un proceso de mentoría en marca personal?

Cada vez son más las personas que toman consciencia de las oportunidades profesionales que surgen con una marca personal potente. En calidad y en cantidad.

Muchas porque deciden tomar el camino hacia la autorrealización en el trabajo, mediante el emprendimiento. Otras porque desean reenfocar su carrera profesional. En cualquier caso, el desarrollo estratégico de su marca las lleva a nuevos horizontes de bienestar laboral y personal.

El contexto actual de pandemia no ha hecho más que acelerar una tendencia. El tejido empresarial no puede generar los puestos de trabajo necesarios, es más, las empresas reducen personal, cierran o se fusionan. Los profesionales buscan nuevas salidas, y “se reinventan”.

Nuevos líderes con marcas poderosas en un contexto digital

La digitalización está permitiendo nuevos canales de comunicación, a través de los cuales las marcas pueden expresarse y darse a conocer.

Las redes sociales reúnen a grupos de personas, a los que les llaman tribus o comunidades, que comparten aficiones, objetivos, experiencias… y en las que expertos e ‘influencers’ actúan como los nuevos líderes de opinión.

Desarrollar la marca personal significa trabajar de forma intencionada una estrategia de posicionamiento en torno a un conjunto de atributos y valores que posee un determinado profesional.

Eso es, en la práctica, detectar las cualidades más significativas de este profesional que aportan un valor diferencial tangible, y que conectan con los deseos o necesidades de una comunidad o tribu. A través de elegir bien los canales, el lenguaje, el tono y el estilo de la comunicación, se trata de llegar a conectar con estas personas para difundir un determinado mensaje.

La confianza, el pilar del éxito en un proceso de mentoring

Como ya explico en el post «El ABC de un mentoring de marca personal transformador», el proceso de mentoring se desarrolla en diferentes etapas, con el fin de:

  • Fijar objetivos
  • Analizar la situación de partida
  • Abrir y explorar diferentes opciones
  • Lograr el compromiso y pasar a la acción
  • Retroalimentar y dar feedback

Para que una mentoría de marca personal ‘one to one’ se implemente de forma eficaz, y con un resultado exitoso, las dos personas que intervienen deben hacer un buen ‘matching’. Eso es, tanto la persona mentorizada como el mentor o mentora deben lograr entrar en sintonía.

La confianza mutua en este tipo de procesos es fundamental, para una apertura y un trabajo lo suficientemente rico y transformador.

Etapas en un proceso de mentoría de marca personal

Un proceso de mentoring se desarrolla en 4 etapas, con un progresivo avance hacia el objetivo fijado al inicio.

1. Fase inicial de autoconocimiento y conocimiento mutuo

En esta etapa, se establecen las bases de la relación de mentoring. Es un momento excelente para crear el rapport necesario, para comenzar a desarrollar la confianza.

Definir bien el objetivo, comenzar a trabajar sobre el potencial, las fortalezas, la situación y el contexto, la experiencia y los logros de la persona es el primer paso. La escucha de sus deseos, motivaciones, emociones, creencias y aspiraciones será condición esencial.

Idealmente, se trabaja desde las fortalezas, desde el núcleo positivo y la mirada apreciativa. Se trata de ir descubriendo el potencial de la persona. Antonio Blay, precursor de la Psicología Transpersonal en España, decía que los defectos no existen, que sólo existen las cualidades no desarrolladas.

Es una fase en que prevalecen las preguntas abiertas, la contextualización de la persona, de su momento, de lo que ha logrado hasta hoy y de su objetivo presente, de lo que quiere lograr con su marca personal.

2. Fase de apertura de alternativas y desarrollo de un plan de acción

Esta etapa es la que lleva más trabajo. Es la etapa en la que se abren nuevas posibilidades, nuevos enfoques, nuevas perspectivas. Es momento de estimular la creatividad para abrazar nuevas opciones, para cuestionar creencias, y formular nuevas hipótesis. Lo importante prevalece sobre lo urgente.

Se elabora un plan de acción. Este plan se concreta en el objetivo (qué); en la estrategia y las acciones (cómo); en la planificación (cuándo); en los recursos (qué se necesita); y en los resultados deseados (indicadores).

El plan es necesario en cuanto a que un proceso de mentoring siempre tiene un inicio y un final, y busca lograr un objetivo. Es un acompañamiento guiado que va de un antes a un después. Busca una transformación, un avance desde un lugar a otro. Sin plan de acción no es posible esa transformación.

3. Fase de consolidación, ejecución y ‘learning by doing’

Todo proceso de mentoring conlleva un proceso de aprendizaje. Es la razón de ser, la esencia del mentoring. Y la única forma para integrarlo es a través de la práctica, de la acción.

Así, pues, ésta es la fase de experimentación. El ‘learning by doing’ toma su máxima expresión. Se hace imprescindible el uso de dos mecanismos por parte del mentor o mentora: el feedback y el feedforward. Es decir, la retroalimentación. Para sostener e incrementar la percepción de autoeficacia del o de la mentee. Así, la transformación realizada tendrá continuidad en el tiempo.

El mentor o mentora actúan como modelo de una experiencia por la que ya han transitado. Por eso, los ejemplos y experiencias aportadas son claves en esta fase.

4. Fase final de cierre y conclusiones

En esta fase, no queda más que revisar el camino realizado. Una evaluación de la situación y el proceso en sí resitúa a los participantes en un nuevo lugar.

Se observan los aprendizajes y recursos adquiridos, las fortalezas identificadas, la evolución realizada, las posibilidades de continuar avanzando con nuevas propuestas y acciones después del proceso.

Se proponen nuevos retos, se detectan oportunidades, y se sugieren áreas de mejora. Se traza la continuidad futura del camino iniciado.

¿Por qué te conviene una mentoría de marca personal?

Hemos visto que el proceso de mentoring avanza en diferentes fases conectadas entre sí, y que buscan:

  • Descubrir el potencial
  • Desarrollar competencias
  • Producir un cambio
  • Lograr el objetivo

Un proceso de mentoring es un proceso de aprendizaje y transformación, que se realiza de la mano de una persona que ya ha transitado previamente por ese lugar, y tiene la experiencia para poder acompañar a los demás a que lo realicen con éxito.

Así, las ventajas de realizar ese camino con un mentor o mentora son muy potentes, por ejemplo:

#1. Aprendizaje vivencial

Se trata de un aprendizaje vivencial, basado en la acción, en la experiencia, que es la manera cómo se integra el conocimiento para siempre.

2. Proceso guiado

Es un proceso guiado, enfocado a un objetivo concreto y personal. Por lo tanto, mucho más efectivo, y tangible en resultados.

3. Modelaje y ejemplos

El modelaje, los ejemplos concretos, los casos prácticos hacen mucho más fácil la comprensión e integración de los conceptos.

4. Activación del potencial

Supone un proceso de autoconocimiento, y de desarrollo de los recursos internos de la persona. Desencadena una activación del potencial que se concreta en talento al pasar a la acción.

5. Transformación real y tangible

Al final del proceso de una mentoría de marca personal se da una transformación real, un avance tangible que genera satisfacción, motivación y una autoconfianza renovadas para la persona.

¿Te apetece comenzar un proceso de mentoring?

Mentoring de marca personal

El ABC de un mentoring de marca personal transformador

El mentoring de marca personal es un proceso transformador. En este post, vemos por qué.

La marca personal se tiene, no se crea. Se puede y se debe gestionar de forma intencionada, con un objetivo. Cuando hablamos de marca personal, hablamos de nosotros mismos. Hablamos de cómo nos perciben las demás personas.

El primer paso es saber en qué punto estás hoy. Con que atributos, cualidades y valores te asocian quienes están en relación contigo. Es tu posicionamiento de marca. A partir de ahí, te pones un objetivo acerca de dónde quieres estar, y con qué valores quieres ser percibido. Y defines una estrategia de personal branding, es decir de gestión de tu marca. Para avanzar hacia el objetivo que te has propuesto.

Este proceso de diagnóstico, fijación de objetivos y desarrollo de estrategia, más la definición de una hoja de ruta y un plan de acción que te lleve dónde tú deseas puedes hacerlo acompañado de un mentor experto. Ganarás en claridad, te mantendrás motivado, y ahorrarás tiempo y dinero.

Tu inversión más rentable

Trabajar la marca personal es ventajoso para profesionales que trabajan por cuenta ajena. Dos buenos ejemplos de objetivos en estos casos son cuando una persona desea un ascenso, o cuando quiere cambiar de compañía.

Si eres de los que trabajas por tu cuenta, entonces seguramente no tienes duda ninguna. Tu marca personal es tu mejor inversión. Es la que te va a dar la mayor rentabilidad en tu vida profesional.

Sólo te contrata quien confía en ti. La marca personal va de transmitir confianza.

Tus clientes deben percibirte como un proveedor de confianza, experto en unas determinadas áreas de conocimiento y con unos valores. Unos valores que conectan con tus posibles clientes, y que generan esa confianza necesaria.

Trabajar la marca personal desde el mentoring

El mentoring ‘one to one’ es un acompañamiento totalmente personalizado, centrado en la persona mentorizada, que es el eje de todo el proceso. Es un camino de aprendizaje efectivo. Un camino que se desarrolla en diferentes etapas, que tienen lugar de forma progresiva y guiada.

El mentoring permite avanzar al mentee a su propio ritmo, y ser el protagonista de su propia transformación.

Es un modelo que se basa en el respeto, y acompaña al descubrimiento, desarrollo y puesta en acción del potencial. Para convertirlo en talento. Busca el bienestar de la persona y la conexión con su misión y propósito.

El mentoring da claridad, aprendizaje y autonomía; y acompaña en los diferentes momentos clave para la toma de decisiones y la puesta en acción.

El acompañamiento se realiza en diferentes etapas para:

  • Fijar objetivos
  • Analizar la situación de partida
  • Abrir y explorar diferentes opciones
  • Lograr el compromiso y pasar a la acción
  • Retroalimentar y dar feedback

El ABC de una mentoría de marca personal

Un proceso de mentoring se enfoca hacia la persona mentorizada, para facilitar su aprendizaje. Desde la libertad, sin decirle lo que debe hacer. Tan solo acompañándola para que tome sus propias decisiones.

Un proceso de mentoring en marca personal contempla aspectos tanto personales como profesionales. Por eso es tan revelador.

El ABC de un mentoring de marca personal:

#A. Autoconocimiento.

Para desarrollar una marca personal potente, el primer paso es conocerte a ti mismo. Debes saber dónde están tus fortalezas. Debes encontrar tu potencial por desarrollar, y tu potencial puesto en acción, es decir, tu talento. Debes comprender cuáles son tus valores, para conectarlos con tus fortalezas y con tu talento, para sentirte alineado y en coherencia.

La responsabilidad y el compromiso contigo mismo para ser y expresar la mejor versión de ti.

El mentoring que hacemos en Barcelona Mentoring trabaja desde ese lugar apreciativo de fortalezas, valores y talento. Porque es desde el núcleo positivo de las personas desde donde la marca personal encuentra su auténtico valor diferencial.

#B. Contexto.

La marca personal se trabaja siempre dentro de un contexto. La marca personal tiene una finalidad práctica, que es la de hacer visible y reconocible un profesional por su propuesta de valor, puesta al servicio de otras personas o empresas a quienes sirve.

La marca personal debe lograr un encaje perfecto con sus clientes. Tiene en cuenta sus deseos, sus preocupaciones. Sabe cómo se sienten. Y conoce el mercado. Sus características actuales y tendencias. Es realista.

En entornos volátiles, inciertos, complejos y ambiguos (VUCA) como los que vivimos, tener en cuenta el contexto no es un capricho. Es cuestión de supervivencia.

#C. Comunicación.

Una vez que se han identificado y puesto en valor los elementos y atributos de la marca, y sus ventajas diferenciales en el contexto presente, hay que comunicarlo.

Aquí, la máxima clásica de las relaciones públicas es de plena actualidad “hacerlo bien y hacerlo saber”.

Hilar bien una estrategia de comunicación que procure la visibilidad, relevancia y autoridad de una marca personal es clave. Un mensaje poderoso, alineado con el posicionamiento elegido para la marca, es decir con sus atributos, valores, fortalezas y talento. Alineado con la propuesta de valor diferencial al servicio de un cliente, y adecuada a un contexto flexible y volátil.

En el que inspirarse de la competencia es válido, pero en ningún caso lo es copiar.

Elegir bien los medios, los canales de difusión de los mensajes para que el mensaje y el canal sean también coherentes, y la voz de la marca permita expresarse a través del medio más acorde a ella. Me explico mejor.

Por ejemplo, si una persona comunica de forma excelente a través de la voz, tiene sentido que emplee el vídeo o los podcast como formato principal para transmitir su mensaje. Y no lo tiene que se esfuerce en redactar posts, porque no va a aprovechar sus fortalezas y el impacto no va a ser, ni de lejos, el mismo.

Autorrealización y propósito

Una vez cubiertas nuestras necesidades básicas, tomemos para ello la pirámide de Maslow, todas las personas tendemos hacia nuestra autorrealización y transcendencia.

Así, cada vez más personas hemos tomado consciencia de la importancia vital de conectar con nuestro propósito, nuestro sentido de vida, el ‘para qué’ estamos aquí. Y nos hemos dado cuenta de que emplear nuestro talento para vivir una vida plena de sentido es el camino que nos lleva al bienestar y al equilibrio personal y profesional.

Y que, además, es una forma de servir a los demás y al mundo, con un aporte de valor propio, que sale de nuestro corazón y de nuestra inteligencia afectiva, racional y social.

Mentoring de marca personal para la transformación

Si este proceso de transformación, de reinvención profesional lo puedes hacer de la mano de un mentor o mentora que ya ha pasado por esa misma experiencia o similar, te aconsejo que aproveches la ocasión.

No hay mejor manera de transitar ese camino, para que sea una experiencia completa. Para que llegues a un punto final absolutamente distinto del que partiste, con herramientas y autoconfianza, y sabiendo cuáles son tus fortalezas y talentos en los que siempre puedes y debes apoyarte.

Mentoring efectivo y gestión emocional

6 principios poderosos de gestión emocional para un mentoring efectivo

Ya no resulta extraño hablar de ecología emocional, de emociones tóxicas o de sostenibilidad en nuestra vida y en nuestras relaciones. Un mentoring efectivo tiene en cuenta este contexto.

En una sociedad a la que le cuesta poner límites a un consumo exacerbado nos hemos acostumbrado a vivir por encima de nuestras posibilidades.

El equilibrio, la sostenibilidad, la moderación, la responsabilidad son valores a recuperar de forma consciente y decidida si queremos el mayor bien común.

El mentoring, como herramienta de acompañamiento y apoyo al crecimiento personal, entendido como desarrollo del potencial en talento, parte de unos principios de ecología en todos los niveles. Así, la conexión con estos principios es un punto de partida esencial para un acompañamiento sostenible y efectivo.

Somos cuerpo, mente, corazón… y alma

La salud de una persona es holística. Por lo tanto, el cuidado de los demás y el autocuidado de uno mismo incluyen de forma activa el cuerpo, la mente, el corazón y el alma, o lo que es lo mismo, la salud física, mental, emocional y espiritual.

Es por ello que una emoción mal gestionada puede causarnos una enfermedad que se exprese en nuestro cuerpo físico. O la famosa frase que conocemos desde pequeños: “la cara es el espejo del alma”.

Alinear lo que pensamos, lo que sentimos, lo que decimos y lo que hacemos nos hace ser coherentes, y sólo siendo coherentes con nosotros mismos podemos estar en equilibrio.

Principios de gestión emocional en el mentoring

El mentoring es una relación de ayuda, de aprendizaje y de transformación.

Se basa en una serie de principios que hacen de éste un proceso especialmente enriquecedor, tanto para la persona mentorizada como para el mentor o mentora.

Poner consciencia en la gestión emocional de la relación representa un paso esencial en el desarrollo de un proceso de mentoring valioso.

¿Cuáles son los principios de gestión emocional en los que hay que poner foco? Pon atención especial en los que describo a continuación.

#1. Ayúdate y te ayudarán

A veces esperamos que sean los demás quienes nos rescaten de las situaciones complicadas que vivimos. Y, a veces, lo hacen. Sin embargo, el aprendizaje está en ser capaces de trascender las situaciones por nosotros mismos, con ayuda, pero por nuestro propio pie.

A veces, encontramos personas que llevan media vida buscando soluciones y no las encuentran, van a conferencias, asisten a talleres, y parece que nada les funciona. Tal vez el foco no está puesto en ellas mismas, tal vez esperan que la solución les llegue de fuera. Tal vez creen que alguien les proveerá de un elixir de la felicidad y podrán resolver de por vida sus cuitas.

Por experiencia, sé (y tú también lo sabes) que la ayuda viene de mí misma. Otras personas me inspiran, aprendo de ellas, son un modelo para mí, son mis mentores. Pero el cambio real y verdadero, la transformación, surge de mi interior.

“Si caminas solo, irás más rápido; si caminas acompañado, llegarás más lejos” ─Proverbio chino

#2. Di ‘no’ a las dependencias emocionales

Es fácil caer en una dependencia y no darnos cuenta. Hay quienes, en lugar de dependencias, hablan de ‘relaciones especiales’. Estas relaciones especiales pueden establecerse con otras personas, pero también pueden aparecer en relación con objetos, con experiencias pasadas, o con expectativas de futuro. Y es que las dependencias a veces no son tan claras ni tan fáciles de identificar.

En una relación de mentoring efectiva y saludable, la persona mentora tiene especial cuidado en no generar una relación de dependencia. Respetar la autonomía de la persona mentorizada es asunto crucial.

Trasladar herramientas para su autogestión, para la toma de decisiones de forma libre, independiente y madura proporcionan al mentee o a la mentee el aprendizaje y el desarrollo en un punto más elevado. Le permiten subir un escalón por sí solo y crear recursos nuevos que, sumados a los que ya trae, le permiten avanzar con autonomía.

#3. Respeta y empatiza: la diferencia suma

La diferencia suma. Tras esta aparente contradicción, se esconde una certeza. Tan solo el miedo a lo nuevo, a lo distinto nos impide verla. La cantidad de matices que reflejamos como personas poliédricas que somos abarcan un amplio espectro de colores.

Metáforas aparte, la diversidad nos aporta perspectiva y flexibilidad mental, nos ayuda a progresar. Respetar las opiniones ajenas, y empatizar desde la comprensión profunda y la compasión nos enriquece como seres humanos.

Ver y sentir a la otra persona como un ser en todas sus dimensiones, digno de respeto y amor, facilitará el poder entablar una relación auténtica, de corazón con él o con ella. Y desde ese lugar, el proceso de mentoring dará sus frutos con abundancia.

#4. Da y recibe bien: la generosidad inteligente

Los seres humanos somos sociales por naturaleza, y una de las principales fuentes de nuestro aprendizaje reside precisamente en la interacción social.

En una relación de mentoring, cuando la intención del mentor o mentora es una intención consciente de sostén y ayuda, que parte de su interior esencial, y es una intención generosa,  desde el respeto y el compromiso, surge un poder, una fuerza, un impulso que mueve a la acción, al cambio, a la transformación.

La generosidad inteligente se basa precisamente en eso: en una intención profunda de dar, pero de dar lo que corresponde, y de la forma en que corresponde para bien del mentee o la mentee. No es un dar por dar, o un dar desde el ego, desde una posición superior arrogante, no, no es eso. Es un dar inteligente, adecuado, oportuno al momento, desde una generosidad auténtica y sentida. Con una intención real de hacer el bien.

“Es más feliz quien da que quien recibe”

#5. Sé consciente de tu poder

Ejercitar la autoconciencia es necesario para mantener el equilibrio emocional.

Conocer el poder de la energía que irradias desde tu ser y proyectas en los demás, de la influencia que ejerces con tu actitud, y decidir actuar con responsabilidad al respecto, te proporcionará paz.

Decir no a los ladrones de energía, y aparcar compañías, hábitos, actividades y pensamientos tóxicos, que nos lastran y nos desmotivan, es un compromiso que debes tomar contigo mismo.

Cultivar las emociones positivas, una mirada limpia ante la vida y una actitud de aprendizaje continuo, de exploración y de asombro ante lo cotidiano te mantendrá las pilas cargadas.

Tomar consciencia de estos detalles y la práctica de una gestión emocional inteligente en la que tú decides cómo quieres vivir tu realidad te ayudará a dar un gran paso en el manejo de tu vida.

Las emociones en sí no son ni buenas, ni malas. Tan sólo son útiles. Son herramientas a nuestra disposición para emplearlas en el sentido y con las consecuencias que decidamos.

#6. Vive con sentido

¿Cuán conectado estás con tu propósito?

La ecología emocional se conecta a una vida con sentido, al nivel de conciencia que tenemos sobre el sentido de lo que hacemos y el para qué lo hacemos.

El propósito es fuente inagotable de motivación y energía para la acción. Del propósito emana la perseverancia, la resiliencia y el gozo de hacer lo que hacemos y de estar donde estamos. La conexión con el propósito es el cordón umbilical que nos une a la fuerza del universo, y por el que nos llega la luz que nos indica el camino.

“Solo se vive una vez, pero una vez es suficiente si se hace bien.” ─Victor Kuppers

Mentoring efectivo para la transformación

La relación de mentoring es una relación para la transformación.

Parte de un punto y llega a otro distinto, completamente nuevo, un campo por explorar lleno de oportunidades que estaban escondidas.

Créditos imagen principal: Buenosia Carol en Pexels

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